¿Qué es “Lean Construction”?

Profesor Lauri Koskela
Profesor Lauri Koskela

Lean Construction constituye una nueva filosofía orientada hacia la administración de la producción en construcción, cuyo objetivo fundamental es la eliminación de las actividades que no agregan valor (pérdidas). Este modelo denominado “construcción sin pérdidas”, propuesto por Lauri Koskela (1992) , analiza los principios y las aplicaciones del JIT (justo a tiempo) y TQM (gestión de la calidad total). Esta filosofía introduce cambios conceptuales en la gestión de la construcción con el objeto de mejorar la productividad enfocando todos los esfuerzos en la estabilidad del flujo de trabajo.

Una herramienta de planificación y control desarrollada por Ballard y Howell para reducir las pérdidas del proceso productivo es la denominada “último planificador” (Last Planner System). El método incluye la definición de unidades de producción y el control del flujo de actividades, mediante asignaciones de trabajo. Asimismo, sirve para detectar el origen de los problemas y tomar las decisiones correspondientes para ajustar las operaciones, lo cual incide directamente en la productividad.

Os dejo unos vídeos introductorios al tema que espero os gusten.

Enlaces de interés:

Lean Construction Institute: http://www.leanconstruction.org/

Spanish Group for Lean Construction: http://www.leanconstruction.es/

¿Qué es Takt Time? ¿Se puede aplicar en la construcción?

Takt Time es un concepto relacionado con la filosofía Lean Manufacting. Takt es una palabra que deriva de la alemana Taktzeit que significa “ritmo”, “comás”; por tanto Takt Time se podría definir como la cadencia por la cual un producto debería ser fabricado para satisfacer la demanda del cliente.

El Takt time se emplea habitualmente en procesos de montaje que sirven a clientes externos, sin embargo, este concepto también sería aplicable a nuestras obras y procesos constructivos. Si nuestro ritmo de trabajo está por debajo del requerido, entonces deberemos gastar más recursos, realizar horas extraordinarias, incluso aumentar los turnos para alcanzar la producción requerida. Ello, evidentemente, redundará negativamente en el balance económico y en la calidad de la obra.

Por el contrario, si el ritmo es superior al demandado, entonces incurriremos en tiempos de espera, deberemos cambiar de tajo de trabajo, tendremos más producción de la requerida. En obra esta situación no suele ser habitual, pero también es perniciosa.

El Takt Time es fácil de calcular si se divide el tiempo efectivo de un proceso entre la producción que el cliente demanda en dicho lapso de tiempo. Entendemos como tiempo efectivo de un proceso el tiempo disponible menos las paradas planificadas (comida, reuniones, limpieza, descansos y mantenimiento planificado, etc.). Las paradas no programadas no se contemplan en este tiempo que restamos, pues son variables que deberemos reducir al máximo.

El jefe de obra, bajo esta perspectiva, debería ser lo más parecido a un director de orquesta, que va marcando el ritmo de forma que todos los componentes se encuentren coordinados. La filosofía parece sencilla, pero la aplicación práctica requiere de un esfuerzo coordinado de toda la organización.