El color en la ingeniería: más que una capa, un lenguaje estético por descubrir.

Presa de Aldeadávila. Difícil no emocionarse ante este arco gravedad

El 18 de septiembre de 2025 participaré en los Encuentros RUITEM. Voy a intervenir en una ponencia sobre el color en la ingeniería y, después, en una mesa redonda. Para los interesados en participar de forma telemática, hay un enlace de inscripción: https://forms.gle/wudmr4nUwpwZFiwP6. No obstante, para ir abriendo boca, os adelanto parte de la ponencia, que también podéis leer en un artículo que escribí en su momento sobre la calidad visual a través del color. Así que aquí os dejo mis ideas al respecto.

Hoy quiero retomar una reflexión que me parece fundamental y que, con frecuencia, se aborda de manera insuficiente en nuestros planes de estudio y en el día a día de la profesión: la calidad visual y la estética en las obras de ingeniería. Existe un interés creciente en que nuestras obras no solo sean funcionales y económicas, sino también estéticamente atractivas. Sin embargo, esta valoración estética plantea interrogantes y, como decía Modesto Batlle (2005), a veces caemos en el mecanismo de autodefensa de pensar que el diseño no es importante. Pero contraponer funcionalidad y belleza es, sin duda, tomar el camino equivocado.

Como decía Javier Manterola (2010), la ingeniería, al igual que la pintura, la escultura o la arquitectura, posee su propio lenguaje artístico y es el espectador quien, si lo entiende, puede calibrar el valor intrínseco de la obra. David P. Billington acuñó el término «arte estructural» para referirse a la manifestación artística del ingeniero de estructuras, visible en puentes, rascacielos y cubiertas de gran luz. La clave reside en la búsqueda de la verdad estructural como base de los valores estéticos, donde la forma controla las fuerzas y, cuanto más clara sea la visualización, más seguridad tendrá el proyectista en esa forma. Eduardo Torroja hablaba de La lógica de la forma, donde la función guía el diseño y la belleza surge de la fusión entre la forma artística y la resistente, haciendo que los adornos superfluos carezcan de sentido. No obstante, Juan José Arenas (1995) niega rotundamente que el rigor de la ingeniería estructural sea suficiente para alcanzar el nivel de «arte» y destaca que los mejores ingenieros buscan una síntesis entre arte y tecnología, entre forma y mecanismos resistentes, y entre la claridad de expresión externa y la eficiencia del comportamiento estructural interno.

Entrar en el campo de la estética de las infraestructuras es complejo, ya que se combinan aspectos como la armonía con el entorno, la esbeltez, el orden o la proporción, junto con la eficiencia económica y estructural. La valoración es una respuesta emocional del observador, influida por la subjetividad, las modas y el contexto histórico-cultural. Una de las formas más universales de aproximarse a esta realidad es el lenguaje visual, que trasciende las bellas artes y está presente en todo nuestro universo visual. Para que el espectador se convierta en observador y pueda juzgar el valor de una infraestructura, es necesaria una alfabetización visual. Gran parte de nuestros conocimientos sobre la percepción humana y el significado visual provienen de la psicología de la Gestalt, que nos enseñó que el todo es más que la suma de las partes. Nuestro cerebro simplifica la realidad organizando los componentes en formas y objetos, creando contrastes e incluso realidades mediante ilusiones ópticas. El diseño es la expresión visual de una idea transmitida a través de la composición, en la que los elementos básicos del lenguaje visual —el punto, la línea, las superficies y el volumen— crean formas que se integran en el paisaje.

Círculo cromático en la teoría tradicional del color

En este artículo, me centraré en un aspecto fundamental de la calidad visual: el color. El color no existe como tal, sino que son las células de la retina las que reaccionan a las longitudes de onda de la luz reflejada. Los modelos de color, ya sea RGB para la luz o CMYK para los pigmentos o el tradicional modelo RYB del arte, nos permiten comprender cómo se mezclan los colores. Los colores tienen tres atributos básicos: el matiz o tono, la luminosidad (cercanía al blanco o al negro) y la saturación o pureza (concentración de gris). Aunque el color se ha utilizado magistralmente en otras disciplinas, en ingeniería civil se ha desconocido casi por completo su potencial espacial. Históricamente, el color en obra pública se ha llegado a considerar un ornamento innecesario o «casi delictivo». Sin embargo, Le Corbusier ya argumentaba que «el color modifica el espacio», «clasifica los objetos» y «actúa psicológicamente sobre nosotros». El color es una herramienta potente que interfiere en las propiedades visuales de la forma y permite mimetizar o singularizar estructuras con el paisaje, integrar o desintegrar elementos e incluso vincularse a la cultura local y añadir un valor artístico.

Entonces, ¿tiene sentido colorear una obra de ingeniería? ¡Por supuesto que sí! El color es lo más económico y visible en nuestras obras. Puede servir para integrar la obra mediante mimetismo o para llamar la atención con colores saturados o claros; por ejemplo, en puentes, para destacar el flujo de fuerzas. También puede servir para ocultar elementos o como signo identitario. Los colores influyen en las emociones del observador: los tonos fríos (azules y verdes) transmiten tranquilidad e introspección, mientras que los tonos cálidos (rojos y amarillos) proyectan energía y dinamismo. Los colores neutros (gris, negro y blanco) son muy versátiles. Además, la pintura nos ha enseñado las formas compositivas del color: armonía y contraste.

  • Los colores complementarios, opuestos en el círculo cromático, ofrecen el máximo contraste y refuerzan mutuamente su vibración, por lo que son ideales para proyectos de fuerte impacto, aunque hay que tener cuidado para evitar el caos.
  • La armonía doble de complementarios utiliza dos colores y sus complementarios, por lo que también es arriesgada si no se gestionan bien los porcentajes.
  • Los complementarios divididos o adyacentes ofrecen un contraste menor y se basan en los colores adyacentes al complementario.
  • Las armonías de colores análogos son aquellas que están próximas en la rueda cromática y que armonizan muy bien entre sí. Son habituales en la naturaleza y resultan muy útiles para integrar obras con el paisaje.
  • Las tríadas son tres colores equidistantes en el círculo cromático.
  • La armonía monocromática, basada en un solo color y sus variaciones de saturación y luminosidad, aporta sobriedad y elegancia, aunque puede resultar monótona si no se rompe con una pizca de color complementario. El blanco, por ejemplo, es una elección armónica muy frecuente en puentes modernos.
Formas compositivas del color
Puente Juan Bravo, en Madrid. www. dobooku

Hemos visto cómo el acero Corten, de color rojo anaranjado, se integra de forma natural en el paisaje, como en el puente Juan Bravo de Madrid, donde aporta ligereza visual y tonos análogos a los tostados y marrones de la naturaleza. Otro ejemplo paradigmático del uso deliberado del color es el puente Golden Gate de San Francisco. Su característico rojo ligeramente anaranjado, denominado «naranja internacional», no solo realza la singularidad de la estructura y se funde con el entorno natural de tonos cálidos, sino que contrasta con los colores fríos del cielo y el mar y ofrece una excelente visibilidad a los buques en tránsito en una zona con niebla densa. ¡Imaginen que la Armada estadounidense hubiera impuesto su idea de pintarlo de negro y amarillo! El arquitecto Irving Morrow fue clave en la elección de este color icónico.

Puente colgante Golden Gate, en San Francisco. La segunda imagen corresponde al color que quería la Armada estadounidense. Crédito: Joan Campderrós-i-Canas/CC BY 2.0; Golden Gate Bridge, https://www.californiasun.co/stories/6-fascinating-facts-about-california-avocado-and-bumble-bee-bridge-edition/

Por último, no puedo dejar de mencionar un caso que me toca de cerca: el puente Fernando Reig de Alcoy. Inaugurado en 1987, este puente atirantado, diseñado por ingenieros de la talla de José Antonio Fernández Ordóñez y Julio Martínez Calzón, no solo era una proeza técnica, sino también una obra con una concepción estética profunda. Fernández Ordóñez lo concibió como una obra «sublime», con una pila que surge del barranco en representación de la tradición constructiva y que se prolonga en un «gran arco triunfal». La elección del color no fue baladí: un hormigón especial de color rosa en la pila, idéntico al de las rocas adyacentes, y un gris muy claro en el tablero. Con ello se buscaba una lectura simbólica: la vertical de la pila como vínculo con el cosmos, la horizontal del tablero como línea de reposo unida a la tierra y los tirantes simbolizando la ascensión. El cuidado puesto en la elección de los materiales y su color, hasta el punto de pintar la parte inferior de los tirantes de gris para no distorsionar la línea horizontal, demuestra una intención artística profunda.

Puente Fernando Reig de Alcoy, antes de la remodelación. Wikipedia

Sin embargo, tras una remodelación debida a la rotura de un tirante, el puente luce ahora una capa de pintura blanca en pilares, tirantes y tablero que, en mi opinión, desvirtúa la idea y concepción estética buscada por su autor. Aunque se aleguen razones técnicas, estoy convencido de que se podría haber respetado la obra tal y como la concibió su creador. Se les ha robado a las futuras generaciones la oportunidad de comprender el significado original de la obra.

Puente Fernando Reig de Alcoy, tras su remodelación. Imagen: V. Yepes (2019)

Este caso subraya la importancia de respetar la integridad de una obra de ingeniería, ya que en ella hay un lenguaje visual y un contenido conceptual que merecen ser comprendidos y preservados. Como solía decir Fernández Ordóñez, y es perfectamente aplicable a nuestras obras: «El hecho artístico no debe juzgarse ni defenderse, solo comprenderse» (Julius Schlosser).

Espero que esta reflexión sirva para poner en valor la dimensión estética de nuestra profesión y nos impulse a todos a observar nuestras obras no solo con el ojo técnico, sino también con la mirada de un observador que busca la emoción y el significado.

Os dejo una entrevista que me hicieron en Radio Alcoy al respecto de la remodelación de este puente.

En este audio, tenemos las ideas fundamentales. Espero que os sea interesante.

Os dejo un resumen en forma de vídeo, que recoge estas ideas.

Referencia:

YEPES, V. (2019). La calidad visual a través del color. Cuadernos de Diseño en la Obra Pública, 11:4-10. ISSN: 2013-2603.

Glosario de términos clave

  • Estética en ingeniería: La rama de la filosofía que estudia la belleza y la percepción de la belleza en las obras de ingeniería, que no solo deben ser funcionales y económicas sino también visualmente atractivas.
  • Arte estructural (David P. Billington): Término acuñado para describir la manifestación artística del ingeniero de estructuras, evidente en obras como puentes, rascacielos y cubiertas de gran luz, donde la belleza surge de la “verdad estructural”.
  • La lógica de la forma (Eduardo Torroja): Principio de diseño que establece que la función de una estructura debe guiar su forma, de modo que la belleza surge intrínsecamente de la expresión clara de cómo se transmiten las cargas.
  • Lenguaje visual: Un sistema universal de comunicación que utiliza elementos visuales (punto, línea, superficie, volumen, color) y sus principios compositivos para transmitir ideas, emociones y significados, trascendiendo las barreras lingüísticas.
  • Psicología de la Gestalt: Corriente de la psicología que surgió en el siglo XX, cuyo principio básico es que “el todo supera a la suma de las partes” en la organización perceptual y que el cerebro simplifica la realidad analizando y organizando componentes visuales.
  • Alfabetización visual: La habilidad necesaria para comprender y juzgar el valor o demérito de una infraestructura y su contexto a través de la interpretación del lenguaje visual.
  • Composición visual: La organización y disposición de los elementos básicos del lenguaje visual (formas, tamaños, posiciones, direcciones y color) para crear una imagen o una obra.
  • Matiz o tono: Uno de los tres atributos básicos del color; se refiere al propio color, su cualidad específica (ej. rojo, azul, verde).
  • Luminosidad: Uno de los atributos básicos del color; indica la mayor o menor cercanía de un color al blanco o al negro, es decir, su claridad u oscuridad.
  • Saturación o pureza del color: Uno de los atributos básicos del color; se refiere a la intensidad o viveza de un color o su concentración de gris (un color desaturado es menos puro y más grisáceo).
  • Teoría del color: El conjunto de reglas y principios básicos sobre la mezcla de colores para conseguir el efecto deseado, abarcando modelos como RGB, CMYK y RYB.
  • Colores primarios: Los colores fundamentales a partir de los cuales se pueden crear todos los demás colores. En el modelo tradicional RYB son el Rojo, el Amarillo y el Azul; en el modelo aditivo (luz) RGB son Rojo, Verde y Azul.
  • Colores secundarios: Colores que se obtienen mezclando dos colores primarios en proporciones iguales (ej. violeta, naranja, verde en el modelo RYB).
  • Colores terciarios: Colores que resultan de la mezcla de un color primario con un color secundario adyacente (ej. rojo violáceo).
  • Círculo cromático: Una representación gráfica circular de los colores primarios, secundarios y terciarios, que muestra sus relaciones y cómo se mezclan.
  • Armonía de colores: La combinación de colores que producen un efecto visual agradable y equilibrado.
  • Colores complementarios: Colores que se encuentran en puntos opuestos en el círculo cromático, proporcionando el máximo contraste y reforzándose mutuamente visualmente.
  • Armonía de análogos: Colores que están próximos entre sí en el círculo cromático, armonizando muy bien debido a su similitud.
  • Armonía monocromática: Una combinación de colores que se basa en un solo color y sus diferentes tonos, variando su saturación y luminosidad mediante la adición de blanco, negro o gris.
  • Peso visual: La capacidad de un objeto o color de atraer la mirada del observador y parecer más denso o prominente. Los objetos grandes, texturizados o colores cálidos, saturados o claros suelen tener mayor peso visual.
  • Acero Corten (autopatinable): Un tipo de acero que se oxida en la superficie para formar una capa protectora de pátina, que le confiere un color rojizo-anaranjado característico y propiedades de resistencia a la corrosión, a menudo valorado por su integración paisajística.
  • Derecho a la integridad de la obra: Un derecho moral del autor que protege su obra de ser modificada, mutilada o alterada de una manera que pueda perjudicar su honor o reputación, o distorsionar la visión original del creador.

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