Imagine una carretera que no solo conecta lugares, sino que también genera beneficios sociales en las comunidades por donde pasa. Estamos colaborando con ingenieros chilenos para transformar neumáticos desechados en un innovador aditivo para asfalto llamado Fityre, demostrando que la sostenibilidad vial va más allá de reducir emisiones.
Un reciente estudio publicado en Applied Sciences, revista Q1 del JCR, revela que este material, elaborado con fibras textiles recicladas, supera a alternativas tradicionales en impacto social mediante una revolucionaria metodología: mapas cognitivos difusos. Estas herramientas no solo miden la resistencia o el coste, sino también cómo cada componente afecta a los empleos locales, los riesgos sanitarios y el cumplimiento de las políticas ambientales. ¿El resultado? Un modelo que podría redefinir la forma en que elegimos los materiales para construir las carreteras del futuro.
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación RESILIFE, que dirijo como investigador principal, en la Universitat Politècnica de València, y es fruto de la colaboración internacional con investigadores de Chile.
El estudio establece un nuevo paradigma metodológico para cuantificar la sostenibilidad social de materiales de construcción mediante mapas cognitivos difusos (FCM), abordando una laguna crítica en la evaluación de infraestructuras. La innovación central consiste en modelar 116 interrelaciones entre 16 indicadores sociales, desde la creación de empleo local hasta la alineación con políticas de economía circular, superando las aproximaciones estáticas convencionales. Este enfoque dinámico permite simular efectos de segundo orden y dependencias no lineales entre variables, y proporciona una herramienta predictiva para diseñar políticas de materiales con un impacto social positivo.
La validación experimental del aditivo Fityre, compuesto por fibras textiles de neumáticos postconsumo (TfELT), demuestra que los materiales reciclados pueden superar a las alternativas importadas en múltiples dimensiones sociales. El análisis revela que Fityre aumenta entre un 30 y un 40 % los indicadores clave de reducción de riesgos sanitarios (I5) y contribución a la revalorización de residuos (I10), sentando un precedente para sustituir insumos vírgenes en países en vías de industrialización. Además, el marco metodológico desarrollado es adaptable para evaluar otros componentes de infraestructura, como hormigones y sistemas de drenaje urbano.
La investigación combina técnicas cualitativas y cuantitativas en tres fases secuenciales:
- Construcción del modelo conceptual: mediante la triangulación de entrevistas semiestructuradas (42 expertos), la revisión de normativas chilenas (Ley REP 20.920) y el análisis de manuales técnicos, se identificaron 16 indicadores sociales agrupados en 7 criterios. Un panel Delphi de trece especialistas validó la estructura mediante consenso binomial (75 % de acuerdo).
- Desarrollo del FCM: se mapearon las relaciones causales entre los indicadores mediante encuestas que asignaron pesos lingüísticos (desde muy baja hasta muy alta influencia) y polaridad (+/-) utilizando la plataforma QuestionPro. Un sistema de inferencia difusa (FIS) con funciones de membresía triangulares transformó estas respuestas cualitativas en pesos numéricos normalizados (entre -1 y +1). La estabilidad del modelo se verificó mediante iteraciones sucesivas hasta alcanzar la convergencia (<0,001 de variación entre ciclos 5-6).
- Evaluación dinámica: cuatro aditivos (Fityre, fibra de vidrio, poliéster y aramida) se analizaron mediante simulación de estados iniciales (t₀) basados en datos técnicos y socioeconómicos chilenos. La contribución social se cuantificó mediante la distancia de Manhattan respecto a un punto anti-ideal, considerando tres etapas del ciclo de vida: extracción, producción y mezclado.
El FCM revela patrones que van en contra de la intuición: mientras que los indicadores técnicos (I3: contribución técnica, I14: certificaciones) muestran una alta centralidad (grado de influencia = 8,7), su impacto en la sostenibilidad social es moderado (λ = 0,42). Esto sugiere que las mejoras técnicas no garantizan beneficios sociales automáticos, por lo que son necesarias intervenciones complementarias en materia de formación laboral y divulgación comunitaria.
En el caso de Fityre, se observa un efecto multiplicador en los criterios de revalorización: cada punto porcentual en I2 (extensión de la vida útil) genera incrementos del 0,8 % en I10 (cumplimiento del REP) y del 0,5 % en I5 (reducción de incendios). Este acoplamiento refuerza la viabilidad de modelos de negocio basados en simbiosis industrial, en los que los residuos de un sector se convierten en insumos críticos para otro.
Las fibras importadas, aunque superiores en I13 (interés de los productores, 75 % frente al 51 % de Fityre), presentan vulnerabilidades sistémicas: una variación del 10 % en los costes logísticos reduce su contribución social total en un 12,4 %, frente al 4,1 % de Fityre. Esto pone de manifiesto la importancia de desarrollar cadenas de suministro locales para materiales sostenibles.
Este estudio ofrece interesantes líneas de investigación futura:
- Integración con análisis de ciclo de vida híbrido: combinación de FCM con ACV mediante modelos de entrada-salida extendidos, que permiten evaluar el impacto de las decisiones sobre la huella de carbono y la creación de empleo cualificado.
- Optimización multiobjetivo: aplicar algoritmos genéticos para identificar dosificaciones óptimas de aditivos que maximicen simultáneamente parámetros sociales (I4: empleo nacional), técnicos (resistencia a la fatiga) y económicos (coste por tonelada).
- Estudios de percepción social: implementar sistemas de supervisión participativa en proyectos piloto para correlacionar indicadores modelados (I9: aceptación al cambio) con métricas empíricas de satisfacción comunitaria.
- Escalado industrial: desarrollar protocolos para adaptar el modelo a escalas de producción masiva y analizar los efectos de las economías de escala en indicadores como I15 (disponibilidad de fibra) y I7 (cantidad requerida por mezcla).
- Arquitecturas de gestión: investigar modelos de contratación pública que internalicen los hallazgos del FCM mediante cláusulas de compra verde con ponderaciones sociales explícitas en licitaciones viales.
En conclusión, este trabajo trasciende el enfoque convencional en las propiedades mecánicas de los materiales y propone un marco sistémico para la toma de decisiones en ingeniería civil. Al cuantificar cómo elecciones técnicas afectan a dinámicas sociales complejas, proporciona herramientas para alinear proyectos de infraestructura con los ODS 9 (industria innovadora) y 12 (producción responsable). Los resultados justifican políticas activas de fomento del uso de materiales reciclados locales, no solo por sus beneficios ambientales, sino también por su capacidad para generar capital social en economías emergentes.
Referencia:
SIERRA-VARELA, L.; CALABI-FLOODY, A.; VALDÉS-VIDAL, G.; YEPES, V.; FILUN-SANTANA, A. (2025). Determination of the social contribution of sustainable additives for asphalt mixes through fuzzy cognitive mapping. Applied Sciences, 15(7):3994. DOI:10.3390/app15073994
Como el artículo está publicado en abierto, os lo dejo para su descarga.