¿Qué resistencia tiene que tener el hormigón para poder descimbrar?

Figura 1. Desencofrado. Fuente: https://www.alsina.com/es-es/encofrados-para-losas-y-forjados-cimbrado-descimbrado-parcial-y-descimbrado-total/

En una entrada anterior, se destacó la importancia de definir adecuadamente el plazo de descimbrado, un asunto de considerable relevancia debido a sus implicaciones tanto en la economía como en la seguridad del proceso constructivo. La determinación de este plazo está intrínsecamente ligada al momento en el cual el hormigón puede resistir los esfuerzos durante la construcción. En consecuencia, la edad mínima para llevar a cabo el descimbrado se ve influenciada por diversos factores, tales como la evolución de la resistencia y el módulo de deformación del hormigón, el proceso de curado, la deformabilidad y la proporción de la carga permanente que actúa en el momento del descimbrado.

Para establecer este plazo mínimo, se pueden considerar dos métodos: el primero se basa en la resistencia a tracción del hormigón, mientras que el segundo se adhiere a los métodos propuestos por la EHE-08 en su artículo 74. No obstante, es crucial señalar que los plazos indicados por la EHE-08 no son compatibles con desencofrados rápidos.

Para agilizar el proceso de descimbrado, es esencial determinar el desarrollo de las resistencias mecánicas del hormigón a corto plazo, factor que depende en gran medida de la composición de la mezcla y la temperatura. La resistencia directamente vinculada con los fenómenos de anclaje y corte es la resistencia a tracción. Aunque esta resistencia no se incorpora directamente en los cálculos para estructuras de hormigón armado, reviste una importancia crucial en la estimación de los plazos de descimbrado. En algunos casos, la adherencia puede ser el aspecto crítico, pero, a efectos prácticos, se puede considerar la resistencia a tracción como determinante para el descimbrado.

Así, si tenemos una estructura con una acción característica de proyecto y en el momento de descimbrar está sometida a una fracción de esta acción, podremos realizar el descimbrado si se cumple la siguiente condición:

Por simplificar, se llama:

donde fckt,j  es la resistencia a tracción del hormigón a los j días, fckt,28 es la resistencia a tracción del hormigón en curado estándar a los 28 días, γ’fg es el coeficiente de mayoración de acciones aplicable a la situación correspondiente al descimbrado (por tratarse de una situación temporal puede ser menor de la del proyecto, sin ser inferior a 1,25), γfg es el coeficiente de mayoración de acciones de proyecto (1,50 para situación persistente o transitoria de efecto desfavorable para una acción permanente de valor no constante, por ejemplo) y α es la relación entre la carga característica de construcción y la característica de la estructura. Conviene fijarse que γ’fg depende del nivel de control; así, Calavera (2002) propone que sea de 1,30 para obras de control de ejecución intenso, de 1,35 para obras de control de ejecución normal y de 1,40 para obras de control reducido.

Aunque la fórmula previa es precisa, la complejidad radica en la precisa determinación de los valores asociados. En este sentido, un método práctico de aplicación en laboratorio implica la obtención de la resistencia a tracción indirecta del hormigón a través del ensayo brasileño. Para llevar a cabo este procedimiento, es necesario curar las probetas en condiciones semejantes a las de la estructura en cuestión. Mediante la realización de ensayos a distintas edades, podemos identificar el momento en el cual se alcanza el valor mínimo necesario para proceder al descimbrado.

Una alternativa para calcular el plazo de descimbrado implica el uso de curvas de referencia, las cuales ofrecen la evolución de la resistencia a tracción en relación con la temperatura y el tipo de cemento utilizado. En la Figura 2, se presentan las curvas elaboradas por Alvarado et al. (2005) para un hormigón con resistencia característica a compresión de 25 MPa y endurecimiento normal. Para ajustar la evolución de la temperatura del hormigón en obra, se emplea el método de madurez, una herramienta que evalúa la resistencia del hormigón recién colocado al relacionar el tiempo y las mediciones de temperatura con los valores de resistencia reales. El Anexo A de la norma UNE 83160-1 IN proporciona un ejemplo práctico de aplicación de los métodos de madurez.

Figura 1. Curvas para determinar el plazo de descimbrado para un hormigón de 25 MPa y cemento de endurecimiento normal (Alvarado et al., 2005)

Por último, podríamos utilizar la relación que existe entre la resistencia a tracción directa y la resistencia a compresión. Así, la EHE-08 propone la siguiente relación, cuyo mayor inconveniente es que solo es válida para edades superiores a 7 días y para hormigones de resistencia característica menor o igual a 50 MPa:

sustituyendo las expresiones que relacionan la resistencia a tracción con la resistencia a compresión a edades jóvenes, se obtiene la siguiente condición de la EHE-08 (solo válida para edades superiores a 7 días):

Por otra parte, sabiendo que la resistencia a tracción pura (fckt) está relacionada con la resistencia a tracción indirecta obtenida en el ensayo brasileño (f ‘ckt) mediante la siguiente relación aproximada:

se puede concluir que la condición de descimbrado, en función de la resistencia a tracción el ensayo brasileño, sería la siguiente (solo válido para edades superiores a 7 días):

Sin embargo, esta expresión de la EHE-08, donde se requiere una resistencia característica mínima a compresión en el momento de descimbrar, puede resultar poco restrictiva para determinados tipos de cementos. Para un cemento CEM II/A-V 42.5, Alvarado et al (2005) proponen la siguiente ecuación, más ajustada que la anterior, para determinar la resistencia a compresión necesaria para el momento del descimbrado:

Finalmente, como medida de precaución y a pesar de lo expuesto anteriormente, se recomienda un plazo que no sea inferior a 3 días, considerando la incertidumbre inherente al cálculo de la evolución de las resistencias del hormigón en edades tempranas. Además, se desaconseja el descimbrado en casos donde las resistencias sean inferiores a los 10 N/mm2 por razones estéticas, como cambios en el color, desconchones, textura, entre otros, especialmente si la superficie de hormigón tiene un propósito específico.

Referencias:

ALVARADO, Y.A.; CALDERÓN, P.A.; ADAM, J.M.; PAYÁ, I.J.; PELLICER, T.; PALLARÉS, F.J.; MORAGUES, J.J. (2009). An experimental study into the evolution of loads on shores and slabs during construction of multistory buildings using partial striking. Engineering Structures, 31(9):2132-2140.

ALVARADO, Y.A.; CALDERÓN, P.A.; PALLARÉS, F.J.; PELLICER, T. (2005). Estimation of shore removal times in bidirectional in situ concrete floor slabs applying the maturity method. Bangkok, Thailand.

CALAVERA, J. (2002). Cálculo, construcción, patología y rehabilitación de forjados de edificación: unidireccionales y sin vigas-hormigón metálicos y mixtos. Intemac Ediciones, Madrid.

CALAVERA, J., FERNÁNDEZ, J. (1991). Cuaderno Nº 3: Criterios para el descimbrado de estructuras de hormigón. INTEMAC, Madrid.

CALDERÓN, P.A.; ALVARADO, Y.A.; ADAM, J.M. (2011). “A new simplified procedure to estimate loads on slabs and shoring during the construction of multistorey buildings”, Engineering Structures (2011),

FERNÁNDEZ, J. (1986). Estudio experimental de la evolución de las características mecánicas del hormigón curado en diversas condiciones y su aplicación al cálculo de los procesos de descimbrado. Tesis Doctoral, Universidad Politécnica de Madrid, Madrid.

MARTÍ, J.V.; YEPES, V.; GONZÁLEZ, F. (2004). Temas de procedimientos de construcción. Cimbras, andamios y encofrados. Editorial de la Universidad Politécnica de Valencia. Ref. 2004.441.

MINISTERIO DE FOMENTO (2008). Instrucción de hormigón estructural. EHE-08. Comisión Permanente del Hormigón, Madrid.

YEPES, V. (2023). Maquinaria y procedimientos de construcción. Problemas resueltos. Colección Académica. Editorial Universitat Politècnica de València, 562 pp. Ref. 376. ISBN 978-84-1396-174-3