El otro día, entrando al despacho que tienen los doctorandos del Departamento de Ingeniería de la Construcción, vi junto a la mesa de Esteban Camacho una silla realmente sorprendente, pues contrariamente a lo que pudiera parecer, estaba fabricada con hormigón y, aunque uno se sentara encima, increiblemente no se rompía.
Se trata del HMAR (Hormigón de Muy Alto Rendimiento). En realidad, es un nuevo material que se encuentra en proceso de investigación en el grupo del profesor Pedro Serna, del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH) de la Universidad Politécnica de Valencia. Como dice nuestro amigo Esteban, se trata realmente de un “acero pobre”.
Resulta increible que, con espesores de entre 16 y 38 mm, sin utilizar ningún tipo de refuerzo convencional, este tipo de material presenta más de 160 MPa de resistencia a compresión y más de 30 MPa a flexión equivalente. ¡Con razón permite aguantar perfectamente el peso de una persona!
Las ventajas respecto al acero se pueden adivinar fácilmente: peso de 3 a 4 veces menor, mayor facilidad de transporte, más resistentes a impacto y agentes ambientales, etc. Además, respecto al hormigón convencional presenta mayor resistencia a compresión, mayor versatilidad de formas, mayor gama de acabados superficiales, etc.
Es evidente que, hoy día, aún puede ser un problema el coste respecto al hormigón convencional, pero probablemente sea un material de futuro claro. ¡Habrá que reinventar las normas! Aunque es hormigón, su extrema esbeltez hace que se tengan que considerar todos los problemas típicos de las estructuras metálicas, como la esbeltez o la abolladura.
El grupo de investigación está, en este momento, realizando un puente a escala real con este material. Sin embargo, para los más curiosos, os dejo la fotografía de un anillo realizado con HMAR. ¿Quién iba a decir que el hormigón iba a ser objeto de culto en la joyería?