Seguimos con los posts relacionados con el turismo y las playas. 33 es un número mágico por muchos motivos, y hemos querido recoger aquí 33 criterios exigibles a una playa de uso público que pretenda ser excelente, aunque seguro que existen más criterios o ideas que se nos quedan en el tintero. Resulta evidente que estos criterios sólo se aplicarían a las playas turísticas de uso masivo, soportes de la actividad turística.
Es muy importante dejar claro que una playa es un sistema de tal relevancia respecto a la biodiversidad que, cualquier medida para preservar las playas naturales siempre será necesaria y prioritaria. Aquí hablamos, por tanto, de las playas ya antropizadas, dejando abierto el debate para los criterios necesarios en la preservación de playas dentro de espacios naturales protegidos.
A continuación se relacionan, a modo de ejemplo y sin pretender ser exhaustivos, una batería de características que, en las playas turísticas de carácter masivo, constituyen elementos que proporcionan calidad de servicio a los usuarios.
- Cumplimiento estricto de toda la legalidad vigente, especialmente en lo relativo a la calidad de las aguas de baño, ocupaciones ilegales del dominio público y seguridad de los usuarios.
- Existencia de un Órgano de Gestión de Playas (OGP), de carácter local, responsable de las competencias propias del municipio y de la coordinación de otras funciones que correspondan a otros organismos públicos o privados.
- El OGP deberá constar de un responsable (normalmente un concejal) con capacidad suficiente para la toma de decisiones en sus competencias. Resulta conveniente un técnico de apoyo y un encargado, como mínimo, a dedicación completa durante el periodo de máxima ocupación de la playa. Deseable sería, además, un delineante que actualizara los planos de ocupación y usos, un técnico sanitario especializado en calidad de aguas, un responsable médico y un técnico en turismo (con la crisis, difícil, pero se considera necesario).
- Deberá existir un Plan de Ordenación de Playas (POP) que recoja los usos, la ordenación y la planificación de la playa que abarque todo el año, haciendo hincapié en la temporada de máxima ocupación. Este Plan debe ser coherente y complementario con los usos y la ordenación del resto del municipio.
- Debe elaborarse un Plan de Emergencias, de carácter general, que abarque los aspectos medioambientales, de seguridad de las personas, de desastres naturales y otros.
- La playa debe contar con infraestructura para la recogida de desperdicios (papeleras, contenedores, etc.), así como un plan adecuado de evacuación con equipos humanos y mecánicos suficientes.
- Debe existir un seguimiento continuo (al menos dos mediciones anuales) de la topografía y batimetría de la playa. Ello aportará datos a largo plazo sobre la estabilidad de la playa (regresiones o acumulaciones) lo cual es crítico a la hora de planificar actuaciones como regeneraciones, paseos marítimos, obras de defensa, etc.
- Se debe realizar, al menos, una encuesta anual a los usuarios, donde se pueda evaluar la satisfacción en el uso de la playa, y que sirva de base a planes de mejora. Además, debería arbitrarse una forma de recoger quejas y sugerencias, con un mecanismo de respuesta rápida a los percances, especialmente en temporada alta.
- Se preferirá una ocupación de la playa que no entorpezca ni privatice su uso. Las tumbonas y toldos no deben ocupar una parte significativa de la playa, no deben suponer barreras al paso. En playas de uso masivo debe preferirse el uso de sombrillas.
- Deben existir unas ordenanzas municipales que regulen los posibles usos y las condiciones en las que se desarrollará cualquier tipo de actividad: chiringuitos, merenderos, prohibición de animales domésticos, niveles de ruidos, circulación de vehículos, localización de tumbonas y sombrillas, interpretación de las señales de aviso, etc. Estas ordenanzas formarán parte del POP.
- Se deben organizar y potenciar los servicios municipales de control de aspectos tales como la seguridad, la limpieza, el control de chiringuitos y merenderos, de servicios de temporada (motos náuticas, tumbonas, etc.), vertidos, infracciones urbanísticas, etc.
- Debe comunicarse claramente al usuario los servicios que dispone la playa y su horario de funcionamiento: socorrismo, policía, recogida de basuras, limpieza de la arena, etc.
- Debe comunicarse al usuario el estado de las aguas de baño, de forma que se garantice lo dispuesto en las Directivas Europeas en la materia.
- Debe comunicarse al usuario la situación de peligrosidad de las aguas de baño a través del tradicional método de las banderas, o bien cualquier otro. En estos casos, ha de ser claro el mensaje sobre las actividades que se prohiben o no son aconsejables.
- Deben existir infraestructuras que garanticen la retirada de las arenas de los pies de los usuarios. Se preferirá un dispositivo que emplee el agua del mar convenientemente tratada. Se evitará, cuando así sea necesario, el uso de duchas o similares que consuman agua potable, especialmente en aquellos lugares de escasez manifiesta.
- Dotación suficiente de aparcamientos para vehículos a no más de 300 m de la playa. Se potenciará, en la medida de lo posible el acceso mediante transporte público y el uso de bicicletas (carriles bici y aparcamientos especiales).
- Deben retirarse los residuos sólidos y otros elementos de las arenas con máquinas de limpieza adecuadas para su rastrillado y cribado. Esta labor deberá ser periódica y frecuente en la temporada de máxima ocupación. Sería aconsejable algún medio para la retirada masiva de algas u otros desperdicios que se acumulen de forma brusca.
- Las playas excelentes contarán con puntos accesibles para personas con discapacidad. Estas zonas deben contar con aparcamientos especiales para vehículos y autobuses, señalización adecuada, equipamiento sanitario y vestidores, equipos de atención personalizada con medidas sanitarias y de seguridad, pasarelas de madera de ancho especial y sillas adaptadas para su inmersión en el agua.
- Las playas deberían contar con elementos lúdicos como áreas de juego para niños, zonas deportivas (voley-ball, futbito, etc.), y plataformas flotantes (en este caso, se prohibirían grandes plataformas rígidas, prefiriéndose aquellas otras flexibles). Estas zonas deben señalizarse, con normas para su uso, estableciendo un horario, y con responsables de su seguridad.
- Se valorará positivamente la creación de recintos especiales como guarderías o lugares de ocio especializados: ludotecas, bibliotecas, etc.
- Deberá balizarse la zona de baño y los canales de acceso. Se establecerán los usos de cada zona, señalizándose para el público conocimiento. Este balizamiento debe ser obligatorio para cualquier playa de uso masivo que se precie. Además, es una garantía más para evitar accidentes por motos náuticas, embarcaciones, etc.
- Se evitarán, en la medida de los posible, la instalación de chiringuitos o merenderos en la arena de la playa. Éstos se situarán preferentemente en los paseos marítimos o fuera del dominio público. Deberán extremarse los controles en relación con la acometida de agua, energía eléctrica y otros, así como la evacuación de aguas sucias o fecales al alcantarillado, y la retirada de residuos sólidos.
- Los chiringuitos o merenderos deberían tener una imagen y características comunes que no menoscaben la de la playa. Se deberían restringir al máximo la expedición de comidas preparadas. En este caso, se deberán tomar las medidas oportunas de cumplimiento sanitario.
- Los paseos marítimos, caso de existir, deberán contar con un pretil lo suficientemente alto (mínimo 50 cm) para evitar el rebase de arenas. Nunca se debería permitir un paseo marítimo cuando exista un cordón dunar. Las dunas deben preservarse a toda costa para permitir la realimentación de las arenas durante el año.
- Debe regularse especialmente las actividades de los locales más próximos a la playa (ruidos, residuos, malos olores, horarios de apertura, servicios públicos, sanidad, higiene alimentaria, etc.).
- No deben colocarse, sin más, duchas públicas que consuman agua potable. Un mal uso, el derroche, la falta de imagen, los residuos orgánicos de procedencia humana, el empleo de detergentes y champús, la proliferación de flora no deseada, el uso intensivo del agua, el encharcamiento de las arenas, etc., son razones que deben limitar el uso de duchas públicas. Se deben buscar alternativas.
- No es razonable la implantación de servicios públicos WC en las playas sin un adecuado control y limpieza. En estos casos, se demuestra razonable incentivar que las duchas, cambiadores, y servicios públicos se realicen en establecimientos de concesión pública al sector privado. En estos lugares son de interés las consignas e incluso alguna pequeña guardería de animales domésticos. La calidad del servicio en estos casos es crítica.
- Deben existir lugares de encuentro “meeting-points” en las playas, con información básica como hora, temperatura, bandera de seguridad (roja, amarilla o verde), distintivos de calidad (bandera azul u otras), etc. Allí debería existir una representación de la organización de la playa donde centralizar niños perdidos e incidencias varias.
- Resulta de gran interés que las playas de uso masivo cuenten con personal de información turística que oriente de las ofertas locales y del entorno y sean capaces de resolver pequeñas dudas a los usuarios.
- Es importante la presencia de vigilantes de seguridad y evitar, en la medida de lo posible los hurtos y cualquier tipo de delincuencia.
- Debe existir un puesto de socorrismo adecuado al uso de la playa, con personal sanitario suficiente y con los medios adecuados. Además, existirá una ambulancia y un centro sanitario de cierta envergadura cercano.
- Debe existir un centro de comunicaciones con protección civil, policía local, guardia civil, hospital, etc., que funcione en cualquier momento de máxima afluencia. También sería conveniente algún poste con teléfono para avisar urgencias (como en las autopistas).
- Debe favorecerse que las playas sean dinámicas y diferentes. Serán bien recibidas las actividades complementarias: pequeñas fiestas para niños, teatro, títeres, talleres de manualidades, pequeños festivales de música, aerobic, etc. Es importante atender a públicos objetivos específicos: niños, jóvenes, tercera edad, etc.