
Si bien los pilotes tradicionales de madera, acero y hormigón disponen de sistemas capaces de preservarlos de su degradación en ambientes agresivos, estas medidas presentan limitaciones. Por este motivo, se han desarrollado pilotes alternativos fabricados con compuestos plásticos que normalmente se utilizan en entornos portuarios (Figura 1), aunque también se utilizan con otros fines, como en mobiliario urbano (Figura 2).

Estos pilotes suelen tener una sección tubular de entre 20 y 60 cm y una longitud de hasta 35 m, aunque también se fabrican secciones cuadradas. Están fabricados con plásticos reciclados y poseen una armadura, que puede ser un tubo de acero, fibra de vidrio o una combinación de ambos. Debido a las características del material, son neutrales frente a cualquier agresión medioambiental (incluida el agua de mar). Estos pilotes son respetuosos con el medio ambiente y no contaminan. No les afecta el gusano de la madera (Teredo navalis). Debido a su empleo frecuentemente portuario, están diseñados para resistir esfuerzos axiales y laterales procedentes del impacto de buques.
También existen pilotes compuestos de acero y plástico, con un corazón tubular de acero rodeado de una cubierta de plástico reciclado. Se trata de un pilote más caro que la madera, pero con un periodo de vida útil mayor gracias a su resistencia a la acción de organismos marinos, putrefacción y abrasión, además de su mayor resistencia mecánica.

Referencias:
YEPES, V. (2020). Procedimientos de construcción de cimentaciones y estructuras de contención. Colección Manual de Referencia, 2ª edición. Editorial Universitat Politècnica de València, 480 pp. Ref. 328. ISBN: 978-84-9048-903-1.
Cursos:
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.