La competencia APLICACIÓN Y PENSAMIENTO PRÁCTICO se define como: aplicar los conocimientos a la práctica, atendiendo a la información disponible y estableciendo el proceso a seguir para alcanzar los objetivos con eficacia y eficiencia.
Desarrollar esta competencia es muy importante para la vida en general y la profesional en particular, ya que uno de los problemas que se derivan de las metodologías de enseñanza más clásicas es que los estudiantes reciben casi siempre los datos necesarios para resolver ejercicios prefabricados. Esto puede hacer pensar al estudiante que todas las situaciones tienen una solución concreta a la que se debe llegar y que su respuesta será correcta o incorrecta según se acomode a lo que “debe ser”, o lo que es lo mismo a la del profesor.
Sin embargo, en la vida real necesita estar preparado para hacer frente a situaciones en las que no basta aplicar recetas o fórmulas y en las que las decisiones o soluciones que se propongan deben estar argumentadas y acomodarse a los recursos disponibles. En este sentido, esta competencia desarrolla el modo de pensar dirigido a la acción que permite adaptarse a nuevas situaciones, tomar decisiones, y, consecuentemente, actuar.
Implica la identificación de los objetivos a alcanzar, que con frecuencia debe definir el propio sujeto, y de todos los elementos de información disponibles, incluyendo las restricciones y obstáculos que habrá que tomar en consideración para alcanzar esos objetivos.
Una de las características de este tipo de pensamiento es que supone enfrentarse a un cierto tipo de incertidumbre, puesto que en las situaciones de la vida real, a diferencia de los supuestos teóricos, no siempre se cuenta con toda la información que los modelos formales exigen.
Las soluciones a la situación no están predeterminadas por lo que el pensamiento práctico debe seleccionar, atendiendo a la información disponible, a la eficacia y a la eficiencia, cuál es el más apropiado y establecer el proceso a seguir para alcanzar los objetivo.
La adquisición de esta competencia implica que el alumno utiliza lo aprendido en situaciones nuevas, es decir, resuelve problemas manejando las ideas y los conceptos aprendidos.
Para el desarrollo de esta competencia podemos:
- Plantear situaciones reales en las que el estudiante inicialmente con instrucciones precisas pero más adelante por sí mismo, debe acostumbrase a manejar datos reales y a responsabilizarse de sus decisiones.
- Emplear el método del caso.
- Emplear el aprendizaje orientado a proyectos.
- Emplear el aprendizaje basado en problemas.
- Plantear prácticas a los alumnos que les ayuden a saber por qué.
- Organizar visitas a empresas y estancias.
Para la evaluación de esta competencia se pueden utilizar:
- Resolución de problemas que vayan desde los más sencillos a más abiertos y en los que se busque, no solo el resultado, sino también el proceso seguido para su resolución.
- Observación de ejecuciones prácticas de todo tipo.
- Redacción de informes de aplicaciones prácticas en las que se evalúe el proceso de pensamiento seguido por el estudiante.
- Resolución de casos.
- Elaboración de proyectos.