Los puentes y las guerras presentan asociaciones desastrosas. Uno de esos casos es el puente de la cárcel (o puente picudo, como se le conoce popularmente), que cruza el río Ega en Estella (Lizarra, en euskera), en Navarra. La III Guerra Carlista arruinó en 1873 un puente medieval del siglo XX de un solo arco de medio punto. Este puente se reconstruyó siguiendo el modelo del puente anterior. Se trata de uno de los pasos por donde pasa el peregrino camino de Santiago, constituyendo uno de los símbolos de esta ciudad de gran patrimonio cultural.