Planta de hormigonado tipo torre

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Se denominan centrales hormigoneras tipo torre o plantas verticales a aquellas en que el almacenamiento de los áridos está en la parte más alta de la misma planta y todo el proceso, tanto de dosificación como de amasado y descarga del hormigón, se realiza por gravedad. Los áridos se encuentran almacenados en tolvas elevadas, formando una torre. Los áridos suben a estas tolvas mediante una cinta transportadora o skip de la capacidad de un camión, aunque también son habituales los elevadores de cangilones. Requieren menos espacio que las anteriores y no existe contaminación de los distintos grupos de áridos.

En el centro de la torre y en su punto más alto, un resbaladero giratorio reparte los diversos tamaños de áridos en silos celulares dispuestos en forma estrellada. En el piso inmediato inferior están los elementos dosificadores. La extracción del material de los silos es por gravedad en gravas y arenas, pero para arenas húmedas precisa de ayuda, bien vibratoria, bien de tornillo sin-fin. La dosificación es por peso, con báscula independiente para cada silo, básculas que suelen ser de funcionamiento eléctrico. Las básculas descargan en la tolva receptora, con capacidad para una o varias amasadas, donde se incorpora el cemento procedente de silo y pesado por báscula independiente. De la tolva receptora pasan correlativamente las diversas dosificaciones a las hormigoneras situadas en el piso inferior. El vaciado de las hormigoneras se efectúa en silo que alimentará el adecuado sistema de transporte. Las plantas actuales suelen contar también con sistemas de calefacción y refrigeración integrados en el proceso de elaboración del hormigón para garantizar las condiciones de temperatura exigibles al hormigón.

Alimentación de áridos con cinta transportadora o con elevadores de cangilones. www.schwing.es

La dosificación del agua es automática, mediante contador de impulsos dotado de electroválvulas diferentes para los primeros y últimos litros de la dosificación, la cual se regula de acuerdo con los datos suministrados por el corrector según la humedad de los áridos. No faltan tampoco los dispositivos para la incorporación de aditivos. El proceso se dirige desde el pupitre de mando, pudiéndose automatizar todo el proceso.

La capacidad normal de estas plantas varía entre 50 y 150 m³/hora, aunque con instalaciones de doble torre se pueden alcanzar los 260 m³/h sin problema. Los gastos de montaje y desmontaje de este tipo de plantas suelen ser elevados, por lo que solo son aplicables en instalaciones estacionarias o de larga duración con gran producción.

Os dejo un vídeo sobre una central de hormigón.

Referencias:

MARTÍ, J.V.; YEPES, V.; GONZÁLEZ, F. (2014). Fabricación, transporte y colocación del hormigón. Apuntes de la Universitat Politècnica de València.