En numerosas ocasiones, es necesario proyectar, ejecutar y conservar otras obras accesorias necesarias para que la obra principal se pueda realizar. Así, por ejemplo, se deben construir desvíos de tráfico para que una carretera pueda seguir funcionando mientras se construye un puente. Otras veces es necesaria una cimentación provisional para sujetar una grúa de puerto durante la construcción de un dique rompeolas. También sirve como ejemplo la ejecución de un tablestacado por medio de perfiles metálicos que permita la contención de tierras mientras se realiza un vaciado.
Una obra temporal también puede ser parte indispensable de la construcción de una unidad de obra, por ejemplo, con la técnica de la precarga se consigue mejorar la capacidad portante y disminuir la deformabilidad de un suelo. Para ello, es necesario acumular, durante un periodo dilatado de tiempo (meses), acopios de material que luego debe ser retirado. Otro ejemplo de obra temporal inherente a un procedimiento constructivo es la ejecución de toda una estructura provisional, como la cimbra y su encofrado, para poder verter el hormigón de un puente realizado «in situ».
Otras veces las obras temporales tratan de mantener los servicios o las servidumbres de terceros que se ven afectados por la obra principal. Así, tramos de canales o acequias de riego, carreteras de acceso vecinales, drenajes provisionales o pantallas antirruido podrían ser obras o instalaciones que duran mientras se ejecutan las obras principales.
A pesar de que este tipo de obras puedan ser efímeras, se les debe exigir una adecuada planificación desde la fase de proyecto hasta la ejecución y el desmantelamiento o desmontaje. A menudo se confía en la experiencia acumulada en casos parecidos, lo que provoca accidentes y riesgos no asumibles durante la construcción. Por tanto, estas obras precisan, si no están definidas en el proyecto principal, de un proyecto específico firmado por un técnico competente y de una supervisión en obra que garantice la seguridad de las personas y de los bienes mientras se realiza la obra principal.
Además de lo anteriormente indicado, resulta necesario establecer con antelación la forma en que se ha de demoler, desmantelar o desmontar la obra temporal, o en su caso, restaurar las áreas y servicios afectados. En este sentido, cabe mencionar que el uso de materiales reciclables o modulares que sean desmontables puede reducir los costes de ejecución y los impactos ambientales de este tipo de obras e instalaciones temporales.
En el caso de que una obra temporal no se retire tras su ejecución, debería autorizarse de forma expresa y recalcularse, si es necesario, para que tenga una vida útil mayor de la prevista. De hecho, muchas normas de acciones prescriben coeficientes parciales de seguridad en estos casos inferiores a los que serían necesarios en el caso de que la obra fuese definitiva. Además, deberían revisarse las condiciones de durabilidad de los materiales (oxidación metálica, recubrimientos insuficientes de las armaduras del hormigón, etc.) y otras asociadas a la funcionalidad (flechas inaceptables, aparición de grietas, etc.).
Referencias:
PELLICER, E.; YEPES, V.; TEIXEIRA, J.C.; MOURA, H.P.; CATALÁ, J. (2014). Construction Management. Wiley Blackwell, 316 pp.
YEPES, V. (2022). Gestión de costes y producción de maquinaria de construcción. Colección Manual de Referencia, serie Ingeniería Civil. Editorial Universitat Politècnica de València, 243 pp. Ref. 442. ISBN: 978-84-1396-046-3
Cursos:
Curso de gestión de costes y producción de la maquinaria empleada en la construcción.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.