Náutica y Posidonia oceanica, ¿enemigos irreconciliables?

Posidonia oceanica (fotografía de Alberto Romeo)

Este post pretende difundir cierto conocimiento sobre la inicidencia que tiene la náutica recreativa sobre las praderas de Posidonia oceanica. Los efectos y las posibles soluciones se estudiaron en diversas publicaciones en las que he participado (Esteban y Yepes, 2004, 2005). Y aunque ahora la crisis económica parece haber relegado ciertos problemas, no está de más recabar algunas reflexiones en torno a problemas como éste que, desde el punto de vista ingenieril, pueden tener solución.

Las praderas de Posidonia oceanica constituyen un ecosistema litoral de una riqueza excepcional y de una importancia considerable. Es una fanerógama marina endémica del mar Mediterráneo, de enorme importancia para el ecosistema marino, debido a que sus hojas y rizomas ofrecen un hábitat adecuado para el desarrollo de gran número de especies. Sólo en el litoral mediterráneo ibérico se calcula una extensión de praderas marinas de unos 3551 km2. En el caso español, esta especie vegetal es muy abundante y extensa en las provincias de Alicante, Murcia y Almería, así como en las islas Baleares. Conocidos popularmente como “algares” o “algueros”, estas praderas ocupaban hasta hace poco menos de cinco décadas grandes extensiones de fondo marino.

El tallo de esta planta es corto, de apenas unos centímetros de longitud y está recubierto por los restos endurecidos de las bases de hojas viejas. Sus hojas son largas, en forma de cinta y de color verde intenso, redondeadas en su extremo, de poco más de un centímetro de anchura máxima y cuya longitud no suele superar el metro. Las hojas se agrupan en haces de 6 u 8 hojas que salen del tallo y que se renuevan periódicamente. Las hojas centrales del haz son más cortas y jóvenes que las de los extremos. Estas últimas, al morir, se romperán en su base dejando en el exterior a las hasta entonces hojas centrales.

Las aguas cristalinas constituyen el ambiente propicio en que la Posidonia consigue su óptimo desarrollo. A mayor transparencia, mayor es el poder de penetración de los rayos solares que son los que proporcionan a la planta la energía necesaria para sintetizar materia orgánica mediante el proceso de fotosíntesis. La luz es, por lo tanto, uno de los factores que regulan la presencia de la Posidonia. El límite inferior de las praderas de posidonia suele situarse entorno a los 30-40 m, aunque en las aguas más claras puede llegar hasta los 80 m, y excepcionalmente a los 100 m en algunos sitios de aguas muy transparentes. Esto hace que sean muy sensibles a la actividad humana. La polución del medio provoca su regresión de forma inmediata. Por ello, la presencia de praderas da fe de la buena calidad del agua. La existencia de Posidonia indica claramente la presencia de aguas transparentes, limpias y por tanto no contaminadas, por lo que es un excelente bioindicador de la salud ambiental.

El límite superior de las praderas de Posidonia viene regulado por el régimen de oleaje. Las olas rompen la planta y remueven el fondo, de manera que los vegetales no pueden sobrevivir. En las praderas situadas en calas protegidas del oleaje, las plantas afloran hasta la superficie. No obstante, el límite superior suele encontrarse, por regla general, en los 3 – 5 metros de profundidad, donde el oleaje ya no es tan fuerte como para arrancar las plantas del fondo. En cuanto al sustrato, esta fanerógama se encuentra presente tanto en fondos blandos de granulometría variable (arenas finas, arenas gruesas, arenas fangosas, etc.) como en superficies rocosas. Los requisitos que necesita es que se trate de un auténtico suelo y que este contenga una cierta cantidad de materia orgánica. La temperatura óptima para su desarrollo es la comprendida entre 15 y 20 grados, y no tolera las variaciones de salinidad.

Estas praderas tienen un gran valor tanto biológico como económico, pues producen una elevada cantidad de materia orgánica y oxígeno, estabilizan el sedimento y protegen la costa frente a la erosión (ver Fonseca y Fisher, 1986; Gacia y Duarte, 2001), son fuente de alimento y hábitat de numerosas especies, y constituyen una zona de reproducción y cría de organismos de interés comercial. Sin embargo presenta peculiaridades como su longevidad milenaria, necesidad de luz y aguas claras, crecimiento muy lento, reproducción muy poco frecuente, necesidad de sustrato arenoso, estabilización de perfiles de playas, etc. Por otra parte, la capacidad de recuperación de la Posidonia oceanica cuando se eliminan las causas que provocaron su regresión es extremadamente baja, del orden de decenas a centenas de años. Un estudio reciente sobre esta especie vegetal puede consultarse en la publicación de Borum et al. (2004). Por tanto, es una especie que es objeto de especial protección y donde existe una creciente concienciación pública sobre su conservación, aunque algunas encuestas indican que los usuarios de las playas tienen un conocimiento relativamente bajo de la Posidonia (ver Roig, 2001).

Existen múltiples causas que están provocando la regresión de la Posidonia, tales como la contaminación difusa causada por los vertidos de aguas residuales, la erosión de la línea de costa, la pesca de arrastre ilegal y otras. Aquí queremos llamar la atención sobre la regresión provocada por el fondeo de las embarcaciones de recreo. Esta circunstancia ha sido estudiada por diversos autores a lo largo de las últimas décadas (Astier, 1972; Francour et al., 1999; Millazzo et al. 2002, 2004; Ganteaume et al. 2005). La creciente importancia del turismo náutico (ver Esteban, 1998) obliga a adoptar medidas para compatibilizarlo con las praderas de Posidonia. De hecho, la regulación de las actividades de anclaje de las embarcaciones ha mejorado la situación de la pradera en situaciones concretas, como el Parque Nacional de Cabrera (Marbà et al., 2002).

Las operaciones de fondeo de las embarcaciones utilizan habitualmente anclas que en las correspondientes maniobras son arrastradas por los fondos hasta su penetración o, al menos, sujeción en el fondo arenoso. El problema fundamental reside en que se recurre al anclaje de la embarcación sin importar demasiado el tipo de fondo en donde se basa la maniobra aparte de los aspectos puramente relacionados con la seguridad de la embarcación. Al ser zarpadas también pueden arrancar la estructura de rizomas de la citada fanerógama. Normalmente ello implica el lance de un ancla de tipología, peso y dimensiones variables y una longitud mínima de 10 a 30 m de cadena tendida sobre el fondo. La longitud de las cadenas suele estar entre 3 y 4 veces la profundidad en el lugar, con lo que un tramo importante se encuentra moviéndose en contacto con las plantas, deteriorándolas.

Los análisis realizados sobre los sistemas de anclaje existentes (ver Esteban y Yepes, 2005) indican que no está totalmente resuelto el impacto ambiental sobre la Posidonia.  Cualquier solución que pretenda resolver el problema descrito, debe satisfacer una serie de requerimientos de proyecto que, entre otros son los siguientes:

  • Debe unirse el punto fijo de sujeción al fondo con una boya que permita a la embarcación el fondeo sin echar el ancla.
  • El anclaje del sistema de fondeo al fondo arenoso debe ser lo mínimo posible. Algunas soluciones como la disposición de muertos de hormigón u otro material que soporten el tiro por gravedad y por rozamiento sobre el suelo deben ser evitados.
  • Se debe respetar una altura mínima sobre el fondo donde no exista interacción entre el sistema de fondeo y la Posidonia oceanica. Este condicionante garantiza que la solución no interfiere en el crecimiento y desarrollo de la planta.
  • Debe evitarse a toda costa el rozamiento de la catenaria de la cadena o del cabo sobre el suelo donde se encuentra la Posidonia.
  • Se debe controlar por algún sistema las acciones sobre el punto de anclaje. De alguna forma el fondeo debe ser capaz de resistir el tiro de las distintas embarcaciones de recreo. En este sentido resulta muy importante el control de los esfuerzos de tracción, cortante y momento flector.

Dejamos al lector las referencias que siguen, adelantándoles la idea de que sí existen soluciones que permitan compatibilizar el turismo y el medio ambiente a través de la ordenación del fondeo y con la adopción de sistemas de fondeos especiales.

Referencias

Astier, J.M., 1972. Regresión de l’herbier de posidonies en rade des Vigentes à Toulon. Ann. Soc. Sci. Nat. Archéol. Toulon Var, 27, 120-132.

Borum, J., Duarte, C.M., Krause-Jensen, D., Greve, T.M. (eds.), 2004. European seagrasses: an introduction to monitoring and management. The M&MS project. 95 pp. Available at http://www.seagrasses.org

Esteban, V., 1988. Náutica de recreo y turismo en el Mediterráneo: La Comunidad Valenciana. Ed. Síntesis, 423 pp.

Esteban, V., Yepes, V., 2004. Efectos del fondeo de embarcaciones de recreo y deportivas sobre las praderas de Posidonia oceanica. Actas del II Congreso Internacional de Ingeniería Civil, Territorio y Medio Ambiente. Vol. III, pp. 1963-1970.

Esteban, V., Yepes, V., 2004. Ordenación de la náutica de recreo sobre las praderas de Posidonia oceanica. Actas de las VIII Jornadas Españolas de Ingeniería de Costas y Puertos. Sitges, 17 y 18 de mayo, 14 pp.

Francour, P., Ganteaume, A., Poulain, M., 1999. Effects of boat anchoring in Posidonia oceanica seagrass beds in the Port-Cros National Park (north-western Mediterranean Sea). Aquatic Conservation: Marine and Fresh water Ecosystems, 9(4), 391-400.

Fonseca, M.S., Fisher, J., 1986. A comparison of canopi friction and sediment movement between tour species of seegrass with reference to their ecology and restoration. Marine Ecology Progress, 29, 15-22.

Ganteaume, A., Bonhomme, P., Bernard, G., Poulain, M., Boudouresque, C.F., 2005. Impact de l’ancrage des bateaux de plaisance sur la prairie à Posidonia oceanica dans le Parc national de Port-Cros (Méditerranée nord-occidentale). Sci. Rep. Port-Cros natl. Park, Fr, 21, 147-162.

Gacia, E; Duarte, C.M., 2001. Sediment retention by a mediterranean Posidonia oceanica  meadow : the balance between deposition and resuspensión. Estuar. Coast .Shelf Sci. 52, 505-514.

Marbà, N., Duarte, C.M., Holmer, M., Martínez, R., Basterretxea, G., Orfila, A., Jordi, A., Tintoré, J., 2002. Effectiveness of protection of seagrass (Posidonia oceanica) populations in Cabrera National Park (Spain). Environmental Conservation, 29, 509-518.

Milazzo, M., Chemello, R., Badalamenti, F., Camarda, F., Riggio, S., 2002. The impact of human recreational activities in marine protected areas: What lessons should be learnt in the Mediterranean sea? Marine Ecology, 23 (S1), 280-290.

Milazzo, M., Badalamenti, F., Ceccherelli, G., Chemello, R., 2004. Boat anchoring on Posidonia oceanica beds in a marine protected area (Italy, western Mediterranean): effect of anchor types in different anchoring stages. Journal of Experimental Marine Biology and Ecology, 299, 51-62.

Roig, F.X., 2001. El conocimiento de la Posidonia oceanica y sus funciones ecológicas como herramienta de gestión litoral. La realización de encuestas a los usuarios de playas y calas de la isla de Menoría. Papeles de Geografía, 34, 271-280.